Usted está aquí

La Bordon-dantza da un paso significativo hacia la neutralidad de género: vestimenta igualitaria por primera vez en San Juan

23/06/2025 |

Las mujeres participaron por primera vez en la Bordon-dantza de Sanjuanes en 2013. Desde entonces, la participación ha sido igualitaria; sin embargo, en cuanto a la indumentaria, la diferencia era evidente: los hombres solían bailar con pantalón y las mujeres con falda.

Este año, la Bordon-dantza de Tolosa ha marcado un hito histórico con el uso, por primera vez, de un vestuario igualitario. El 24 de junio de 2025, día de San Juan, mujeres y hombres han bailado por las calles de Tolosa con el mismo atuendo, sin distinción de género. El cambio ha sido impulsado por el grupo de danza Udaberri, con el apoyo del Ayuntamiento de Tolosa, y ha sido recibido con calidez y emoción por parte del público.

¿De dónde viene el traje de los Bordondantzaris?

El grupo Udaberri reconstruyó en los años 70 la Bordon-dantza que se baila hoy en día, y en 1978 diseñó el vestuario tradicional masculino, basado en el espatadantzari guipuzcoano de la época de Iztueta. Este vestuario combina forma y funcionalidad: camisa blanca, zaragüelles de lino hasta la rodilla, faja roja, calcetines blancos, alpargatas, pañuelo blanco en la cabeza y polainas con cascabeles, entre otros elementos.

Diseño de la vestimenta de las mujeres Bordondantzaris

Como se ha mencionado, en 2013 las mujeres participaron por primera vez en la Bordon-dantza, para lo cual se creó un vestuario específico: falda corta (de estilo valenciano) y calzones de algodón con puntilla, conocidos también como “pololos”. Este modelo buscaba en un principio visibilizar la presencia femenina, pero de forma involuntaria también reforzaba la diferenciación de género a través del vestuario. Aunque en otras danzas tradicionales las mujeres bailan con pantalón, en Tolosa se entendía que los pantalones estaban asociados al género masculino, y por ello se optó por una alternativa diferenciada desde una perspectiva de género.

Hoy, 24 de junio de 2025, el grupo Udaberri ha superado esa visión y ha apostado por una vestimenta igualitaria. El objetivo es claro: no clasificar a quienes bailan como hombres o mujeres, sino entenderlos simplemente como dantzaris. Este cambio se ha materializado en dos medidas principales: por un lado, los hombres han vestido la falda corta tradicionalmente asociada al atuendo femenino, como ocurre también en otras danzas tradicionales (como las danzas de palos del valle del Ebro o las danzas del Corpus de Oñati); por otro lado, las mujeres han sustituido los pololos que usaban hasta ahora por zaragüelles de lino. De este modo, se mantiene la silueta asociada a las bordondantzaris femeninas, logrando al mismo tiempo una uniformidad en el vestuario y una funcionalidad práctica.

Evolución sin perder la identidad

Se han superado las diferenciaciones de roles del pasado, y ahora el vestuario de quienes bailan no varía en función del género, sino que se convierte en símbolo de unidad del grupo. Esto refuerza la imagen de la danza a ojos del público, y al mismo tiempo promueve la solidaridad y la igualdad entre dantzaris. Las tradiciones no sobreviven permaneciendo inmóviles, sino cuando se reactivan entre generaciones. Así, la danza no se ancla en el pasado, sino que se convierte en una actividad colectiva que ilumina el camino hacia el futuro.