Estamos ante otro de los palacios más destacables de Tolosa: el Palacio de Atodo. De estilo renacentista, data del siglo XVII y fue construido por Fermín de Atodo, capitán de los tercios de Tolosa y embajador de Felipe II en Roma. Aún podemos apreciar su escudo de armas original.
El palacio dio aposento a personalidades de la realeza, como Felipe III, Maria Luisa de Borbón, Fernando VII o Carlos IV. Precisamente, existe un agujero en la fachada, que corresponde al que fuera el Buzón Real. Ahí se depositaban las cartas para el monarca, y a su paso para la recogida, pasaban la noche en el palacio. Durante muchos años también fue utilizado como cuartel, y ya en 1903, las religiosas de la Inmaculada Concepción instalaron aquí su primer colegio.
Su ubicación tampoco es casual, dado que por esta calle transcurría el camino entre Francia y Navarra. De hecho, se cree que la Calle Mayor fue la primera calle de Tolosa. Testigo de ese tránsito fue un cartel que encontramos a pocos metros del palacio, en la fachada de uno de los edificios de la plaza contigua. Dice así: «Carruajes para Navarra, por la calle Mayor».
La plaza rinde honor al compositor navarro Felipe Gorriti, afincado en la villa y autor de numerosas obras de renombre. Justo desde esta plaza, arranca a las ocho de la mañana la famosa Diana de carnaval. La banda de música, recorre todas las calles de la Parte Vieja al son de esta canción. Se dice que es para despertar al pueblo y anunciar el día grande de las fiestas. Lo cierto es que la gente ya abarrota las calles a esa hora, para saltar por detrás de la banda, ataviada con pijamas, camisones o albornoces. ¡Todo un acontecimiento para la población local!
Muy cerca encontrarás la plaza Nueva, el siguiente punto de nuestro recorrido.