¿Sabías que Tolosa fue capital de Gipuzkoa? Lo fue durante los gobiernos progresistas de entre 1844 y 1854. Es en esa época cuando se decide construir este edificio neoclásico: el Palacio de la Diputación. Está construido en el solar de la casa Barrenatxoenea o Portaletxe, lugar donde antiguamente se erigía la muralla.
El inmueble se levanta con la intención de ser Palacio Foral, aunque nunca llegaría a serlo, ya que las obras finalizaron en 1856, una vez San Sebastián recuperara la capitalía. Ya sin esa función, se ubican allí los Escolapios, donde permanecen hasta 1982. Desde entonces es la Casa de la Cultura Antonio María Labaien, quien fuera el primer escritor de teatro vasco y alcalde de Tolosa durante la segunda República.
Destaca el color amarillo del edificio, aunque tiene miga el asunto: el ayuntamiento, en un principio, no dio permiso para pintarlo de este color, hasta que un estudio demostró que antiguamente la mayoría de edificios lucían de esta forma. Finalmente, se terminó por aprobar su uso, y se dice que desde entonces las casas de la Parte Vieja comenzaron a tener el gran colorido que hoy las caracteriza.
Volvemos a hablar sobre los Sanjuanes. Y es que aquí tiene lugar el ya tradicional baile que brinda la comitiva municipal al pueblo. Primero es el alcalde o la alcaldesa la encargada de bailar el aurresku, y después baila todo el gobierno, con ediles de todos los grupos políticos.
Por último, fijémonos en la escultura que emerge en la mitad de la plaza del Triángulo. Atahuts, es una obra de acero realizada por el escultor Jorge Oteiza en 1994. En vasco significa puerta (ate) vacía (huts), y en palabras del artista “es una puerta para entrar al pueblo y al país, y conocerlos”. Merece la pena entrar por esa puerta y conocernos, ¿verdad?
Si miras hacia atrás encontrarás un largo paseo: el Paseo San Francisco. Seguiremos nuestro recorrido por la Iglesia que hay al principio.